Nos nos falta nada, nos sobra alguien, a veces es un hijo, a veces son los padres. Pero los padres entienden que los que sobran no son los otros, ni la oveja, ni el perplejo, sino de un nido con la falta de un bostezo.
Yo te quiero, pero no quiero que caigas por la ventana, por que somos cinco, pero a veces somos menos y más, menos cuando somos los menos.
Yo entiendo, que es un trabajo, no puedo tejer, las conjeturas se tejen, los cuadraditos, los coatíes, el lado brasilero y el remisero... que del 600 no baja, pero me bajó a mi.
No acaba esto, sin antes empezar, por que fuimos cinco y sin embargo nos queda una pata chueca.
Chueca y chata, o chota, o chamuscada, o chinchuda... como la madeja, la aguja y crecer.
Por que crecer duele, hacia adentro o hacia afuera, siempre duele.
Tin
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