Miro el reloj y faltan
todavía unos minutos para que llegue Marta a su sesión, la última conmigo por
el momento. Hemos resuelto de mutuo acuerdo darnos "vacaciones".
Cuando llegó al consultorio hace un año y medio traía con ella el fantasma de
muerte a causa de una enfermedad que la afectaba. Pero eso era solo la fachada
de muchos miedos y problemas que fueron aflorando. Trabajó duro para poder
superar sus temores y ver las cosas desde otra perspectiva, por eso creí
conveniente que nos diéramos un respiro y dejarla ser, con la posibilidad de
que ella continúe con otro profesional si así luego lo deseara.
Suena el portero, le abro
y en cinco minutos comenzamos.
-Bueno Marta como sabe hoy
es nuestro último encuentro, al menos por un tiempo. Esto no es una despedida,
sino un hasta luego. Creo que está en el momento indicado para dar pasos de
gigante.
-Como dice la canción.
-Sí, Marta, como la
canción. Pero antes quiero tomarme la libertad de sugerirle y de que al menos
le quede la inquietud y lo piense.
-Dígame.
-Quisiera que siga
avanzando en esto que ha venido trabajando en nuestros encuentros. Sobre el
“sacarse mochilas”, es necesario que ponga en palabras sus sentimientos para
que ldespues ese silencio no se transformen en nódulos.
-Usted sabe que me cuesta,
que no quiero herir a los míos.
-Sí, lo sé. Pero digamos
que es necesario para su bien y a su vez para el bien de los suyos. Creo que
decir las cosas, ponerlas en palabras es liberador. Es ser y de eso se trata la
vida Marta. De ser. De pegar un grito, de cantarle las verdades en la cara a
quién a usted le hace ruido. De salir de la zona de confort. De ser usted misma
y no la que los demás quieren que sea.
-Se da cuenta que me pide
que sea como usted quiere que sea.
-No Marta, le pido que deje
salir de usted a la que hay en su interior. Que su salud esté en primer lugar,
solo eso. Disculpe si soy brutal al decirle que mandar a la mierda a su hija
que no acepta que usted se haya separado de su padre puede ser liberador. Su
hija ya no es una criatura que no puede manejar los cambios, seguramente deberá
procesarlos. Pero eso ya es otro asunto, de ella, no suyo. “Matarle” las ilusiones
al padre de sus hijos diciéndole claramente que usted ya no va a volver con él,
podría ser lo más sano para ambos. Que la historia no haya sido como usted
pensaba no significa que no ha sido buena. Después de todo tuvo como fruto de
ese amor, dos hijos y un matrimonio de 25 años.
-25 años llenos de
momentos, buenos y malos.
-Así es la vida Marta.
Pero entiendo también que usted elija volver. Que elija quedarse al lado de Antonio….
-Con Antonio no vuelvo
más.
-Hágaselo saber así,
claro. Usted no tiene porque callarse pensando en ella. Mientras que su suegra
la tilda de lo que se le viene en ganas.
-Es una mujer mayor…
-Y usted, no? Hasta cuando
Marta va dejar que todos crean que usted es un felpudo?
-Se vino afilada hoy- se
seca una lágrima a la vez que se ríe.
-Hoy es una charla de
mujer a mujer. No le pido que lo haga, sino que lo considere. Que de una vez
salga a la luz y se enfrente con las cosas. Al ritmo que pueda. Pero que cuanto
antes mejor. Su verdad no va a alejarla de nadie y si la aleja, quizás sea lo
mejor. Quizás sea lo más sano. Vivir con lo que uno es tiene su precio, así
como vivir de apariencias conlleva un costo.
-¿Alto?
-Alto, pero siempre es más
alto el costo que nos cobra la mentira. ¿No cree usted?
-¿Por qué me dice todo
esto hoy?
-Primero porque quizás
decida no volver y después porque detrás de su analista hay una mujer. Le
propongo que tengamos un encuentro dentro de dos meses. Es un tiempo prudencial
para que usted cambie de piel.
-Voy a volver.
-Acá la espero.
Alito
Como siempre, excelente. Tan bien vienen esos consejos.
ResponderBorrarColo
Me recomendaste que lo lea, y lo hice. Me gusto MUCHO. Identificable.
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