En esta oportunidad me toca hablar de mi. Es difícil
explayarse en tan pocas palabras. Y creo que también, uno nunca termina de
conocerse. Algo que detesto, y creo que algunas personas que están a mi
alrededor también, soy muy inconstante con cosas que me propongo.
Siempre me planteo como nuevos comienzos, hacer cambios en
mi cuerpo, en mi intelecto, nuevas actividades pero como de costumbre, me quedo
en el camino. Si me remito al pasado, a mi entorno; si tuve como una educación
medio conformista. El progresar mucho no era el objetivo, sino mantenerse.
No tengo una vida de tomar muchos riesgos, me creo un poco
cobarde para ello. Y volvemos a ese conformismo del que hablaba. Suelo “dormirme
en los laureles” muy fácilmente.
Hace un tiempo empecé canto, y lo dejé, echándole la culpa
al profesor, bueno, la clase era grupal,
y nunca me tocaba demostrar mis aptitudes para ello.
Después empecé la nutricionista, y la dejé, los horarios no
me daban. Trabajaba casi todo el día y se me dificultaba para encontrar el
tiempo. Habré ido dos semanas, nada de harinas, nada de azúcar, y así estamos.
¡El gimnasio! Mala palabra. Habré comenzado un millón de
veces, y lo habré dejado la misma cantidad. La actividad física no es lo mío,
aparte mucha gente en un espacio reducido, calor y ni hablar de esos quejidos
de testosterona pura.
Sigo y seguiré poniendo excusas, como siempre “la culpa la
tiene el otro”. Me cuesta darme cuenta
que yo soy el dueño de mis decisiones, soy dueño del cuerpo que en gracia (o
desgracia) me tocó, de las actitudes que pueda tomar o aptitudes que tengo.
Eso sí, con mis caprichos soy constante, desde pequeño cosa
que veo, cosa que quiero. Y eso no lo perdí con los años, y ya a mis 32 no creo
que desaparezcan.
En el amor también lo he sido, y algunos lo han tomado como
capricho también. Hoy estoy con la persona que elegí, y me costó “conseguirla”.
Me enfrenté al dragón y me llevé a la princesa, bueno, la princesa era la
mismísima bestia de largas alas y aliento de fuego.
En conclusión, la constancia no es mi plato fuerte. No me
caracterizo por ello. Lo anoto como tema para mi próxima sesión de terapia.
Ahora me voy a comer una regia barra de chocolate, porque la dieta, la empiezo
el lunes…
S. Emanuel
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