A principios
de la década de 1950, la canción en el Lado A era la canción que la
discográfica quería promocionar, mientras que se destinaba el Lado B a la
canción secundaria que no suele aparecer en el álbum, las grabaciones de
calidad inferior, instrumentales, etc.
A pesar de la inicial de su nombre, Alma se
sentía en el Lado B de todo lo que la rodeaba… Tímida, buscaba su espacio
dentro de su pequeño entorno, sin encontrarlo. Tampoco es que le importara demasiado,
pero de vez en cuando miraba a su alrededor y veía a sus compañeras charlar,
reírse, compartir salidas o paseos por el centro. Las chicas la invitaban, pero
ella sabía que no podía salir después de clases, tenía que trabajar.
La niña pasaba sus tardes trabajando en la
mercería del pueblo, y cuando no había clientes, tejía. Hacia maravillas con
sus manos, mientras divagaba y soñaba con una adolescencia como todas.
No estaba triste, era muy feliz con su familia,
sus animales y sus libros. En el colegio tampoco la pasaba mal, sus compañeras
la apreciaban mucho y ese cariño era reciproco. Pero la trataban como a una
persona mayor. Alma nunca fue una de ellas.
A veces es así, a algunas personas están destinadas
a estar del lado menos alegre de las cosas, pero igualmente siguen formando
parte de este disco disparatado.
Pau.
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