Cumplí 35 años. Y creo que me estoy
encontrando a mi misma por primera vez en la vida. Calculo que la madurez de la
edad, o ya estar un poco de vuelta de muchas cosas, hacen que todo lo que me
preocupó durante mucho tiempo, ahora sea solo algo más a resolver, sin mucho
preámbulo.
Ustedes se preguntarán que tiene que
ver mi edad y mi adultez tardía con el tema de esta semana, no??
Es que yo estoy teniendo una cita a
ciegas conmigo misma. Y voy sin miedo, que es lo opuesto a los que nos pasa a
todos en una cita a ciegas común y corriente.
Y digo cita a ciegas, porque voy sin
conocerme y sin saber mucho si voy a gustarme o no, pero tranquilita… con
paciencia. Dispuesta a modificar todo lo que no resulte como espero.
Eso no puede hacerse con alguien a
quien uno ve por vez primera, pero si la cosa llega a buen puerto, puede que
ambos protagonistas modifiquen alguna conducta solo para adaptarse al otro.
Eso es más o menos lo que voy a
hacer conmigo: modificar conductas para adaptarme, conocerme poco a poco y ver
si me gusto cada vez más.
Claro, que en este caso, no puedo
dejarme y tener otra cita a ciegas. Así que digamos que sería un encuentro para
toda la vida, pero con cambios permanentes.
Permiso, me voy a comprar unas flores así me conquisto de entrada...
Pau
Pau
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