Y se abre la semana con grandes esperanzas, hoy hablamos del... mejor lo descubren ustedes.
Había una vez un hombre, una mujer y un momento.
El hombre deseaba a la mujer, la mujer, por lo contrario, deseaba el momento...
Ahora demos vuelta esta tortilla
La mujer deseaba al hombre, el hombre a la mujer, y el momento los deseaba a los dos.
El hombre vivía solo en una cueva, la mujer moraba en la copa de los arboles, el momento siempre los visitaba.
El hombre deseaba, por momentos, la copa de los arboles y morar con la mujer; la mujer momentáneamente odiaba las cuevas, por momentos nada mas.
Un día el hombre se cansó de esperar al momento y acudió a la mujer, la mujer en ese momento no se encontraba.
El momento no era el mejor amigo de los dos, el hombre y la mujer no estaban logrando sus deseos.
El momento deseaba que no lograran nada, pero sin pensarlo hizo lo que todos hacen en algún momento, los ayudó.
El momento trajo a otro hombre, el que amaba el mar, y a otra mujer, la que amaba las nubes; ambos llenos de deseos y de curiosidades.
La mujer se vio atraída por el hombre, el momento no deseaba esto, el nuevo hombre también se sintió atraído por el hombre original... el momento no deseaba esto.
La nueva mujer solo deseaba al momento, pero el momento solo quería a la mujer original, la mujer original no deseaba nada mas que morar en los arboles y el momento no lo soportaba.
En este juego de grises pasó lo que pasa siempre, hombre original, hombre, mujer y mujer original se encontraron en un momento, y no desearon nada más.
Los cuatro se opusieron, se desearon y el momento no quería esto.
El momento quedó solo, así como nos pasa a todos en algún momento.
Los deseos se contrastaron, los originales y los no tan originales por un momento fueron iguales, pero como el momento no deseaba esto hizo lo que cualquiera hubiera hecho.
El momento les demostró que en un momento todos eran iguales, pero era el momento uno solo y los demás todos diferentes.
El momento se fue, los demás... los demás se quedaron para ser más que un momento, pero menos que el mismo.
Por un momento todos fueron iguales, pero solo por el momento que descubrieron que no lo eran.
Tin