Yo queria ser otro, quizás uno mejor, quizás uno sin fuerza de voluntad. Pero no pude, me tocó ser el monstruo, ese que desvirtúa hasta los pensamientos.
Un día desperté y entendí que si quería podía tener al mejor de los gladiadores.
No era necesario pensarlo dos veces, con desearlo era suficiente.
Y así comenzó la época oscura, la era de la mano de hierro, el tiempo de la autoridad.
Le dedique horas, dias, meses al plan.
Un día me vestí de humano y salí a con(trolar)quistar a los transeuntes del mundo, una sonrisa, un abrazo y un te amo fue suficiente.
Para cuando me di cuenta era el rey del mundo y nadie se negaba.
La coronación fue un tanto precaria, pero no dejó de ser lo que quería.
Llegué a un punto insostenible, odiaba manejarlos a todos, nadie dejaba de hacer lo que quería.
Los odiaba, y aún hoy los odio.
Volví a la oscuridad, no hay nada mejor que dejar de hacer de los humanos títeres.
Quizas hoy los deje pensar que ya no los veo, quizás hoy los deje pensar que son libres.
Tin.
30 de marzo de 2015
26 de marzo de 2015
El arte de aparentar
¡Uy! ¡Ya estamos a 26 de marzo, no veo la hora de que termine el mes! Maldito trabajo y maldito sueldo que no alcanza…
La culpa de todo la tiene mi jefe, que encima me tiene en negro y ni obra social tengo, menos mal que soy una persona sana, si me llego a enfermar tengo que ir a ese hospitalucho de cuarta.
Igual si me enfermo voy al Fernández, aunque tenga que tomar dos colectivos, por lo menos esta en un barrio como la gente y la Legrand siempre dice que es bueno… si ella lo dice, debe ser así.
Lo importante es que hoy me encuentro con las chicas, vamos a comer a puerto madero, ¡espero conseguir un novio con plata que me saque de este lugar horrible!
¡Menos mal que mi prima pudo prestarme un poco de plata! ¡Zapatos nuevos! ¡Al fin!
Apenas los vi en el Alto me enamoré, ¡son tan lindos! Todos doraditos, hacen juego con mi Swatch...¡Mierda! Le tendría que haber pedido un poco más de plata a mi prima, así me compraba la cartera que hace juego. La que tengo ya tiene unos meses, se nota que es de la temporada pasada, y Carlos se da cuenta de todo
¡Ay, es tan elegante! ¡Siempre con su perfume importado y sus trajes a medida! Tengo que engancharlo, ese hombre tiene que ser mío.
Pero no puedo ir así como una mosquita muerta...
Mi prima me quería prestar sus zapatos, ¡está loca!. Se ve de lejos que son de once. Por eso le pedí la plata, la miserable siempre tiene. Dice que ahorra por las dudas, para no depender de nadie...
Yo no se a esa chica que le pasa, no disfruta nada, siempre trabajando, ¡es tan aburrida!
Le tendría que haber pedido más, me queda justo para la cena y el taxi para volver... Este barrio está cada vez peor, parece que están por asfaltar la avenida, si llueve ya voy a poder caminar desde la parada, ¡con la última lluvia me empapé!
Menos mal que soy una chica sana, ¡el Fernández esta tan lejos....!
24 de marzo de 2015
Pegue, Marta pegue.
Miro el reloj y faltan
todavía unos minutos para que llegue Marta a su sesión, la última conmigo por
el momento. Hemos resuelto de mutuo acuerdo darnos "vacaciones".
Cuando llegó al consultorio hace un año y medio traía con ella el fantasma de
muerte a causa de una enfermedad que la afectaba. Pero eso era solo la fachada
de muchos miedos y problemas que fueron aflorando. Trabajó duro para poder
superar sus temores y ver las cosas desde otra perspectiva, por eso creí
conveniente que nos diéramos un respiro y dejarla ser, con la posibilidad de
que ella continúe con otro profesional si así luego lo deseara.
Suena el portero, le abro
y en cinco minutos comenzamos.
-Bueno Marta como sabe hoy
es nuestro último encuentro, al menos por un tiempo. Esto no es una despedida,
sino un hasta luego. Creo que está en el momento indicado para dar pasos de
gigante.
-Como dice la canción.
-Sí, Marta, como la
canción. Pero antes quiero tomarme la libertad de sugerirle y de que al menos
le quede la inquietud y lo piense.
-Dígame.
-Quisiera que siga
avanzando en esto que ha venido trabajando en nuestros encuentros. Sobre el
“sacarse mochilas”, es necesario que ponga en palabras sus sentimientos para
que ldespues ese silencio no se transformen en nódulos.
-Usted sabe que me cuesta,
que no quiero herir a los míos.
-Sí, lo sé. Pero digamos
que es necesario para su bien y a su vez para el bien de los suyos. Creo que
decir las cosas, ponerlas en palabras es liberador. Es ser y de eso se trata la
vida Marta. De ser. De pegar un grito, de cantarle las verdades en la cara a
quién a usted le hace ruido. De salir de la zona de confort. De ser usted misma
y no la que los demás quieren que sea.
-Se da cuenta que me pide
que sea como usted quiere que sea.
-No Marta, le pido que deje
salir de usted a la que hay en su interior. Que su salud esté en primer lugar,
solo eso. Disculpe si soy brutal al decirle que mandar a la mierda a su hija
que no acepta que usted se haya separado de su padre puede ser liberador. Su
hija ya no es una criatura que no puede manejar los cambios, seguramente deberá
procesarlos. Pero eso ya es otro asunto, de ella, no suyo. “Matarle” las ilusiones
al padre de sus hijos diciéndole claramente que usted ya no va a volver con él,
podría ser lo más sano para ambos. Que la historia no haya sido como usted
pensaba no significa que no ha sido buena. Después de todo tuvo como fruto de
ese amor, dos hijos y un matrimonio de 25 años.
-25 años llenos de
momentos, buenos y malos.
-Así es la vida Marta.
Pero entiendo también que usted elija volver. Que elija quedarse al lado de Antonio….
-Con Antonio no vuelvo
más.
-Hágaselo saber así,
claro. Usted no tiene porque callarse pensando en ella. Mientras que su suegra
la tilda de lo que se le viene en ganas.
-Es una mujer mayor…
-Y usted, no? Hasta cuando
Marta va dejar que todos crean que usted es un felpudo?
-Se vino afilada hoy- se
seca una lágrima a la vez que se ríe.
-Hoy es una charla de
mujer a mujer. No le pido que lo haga, sino que lo considere. Que de una vez
salga a la luz y se enfrente con las cosas. Al ritmo que pueda. Pero que cuanto
antes mejor. Su verdad no va a alejarla de nadie y si la aleja, quizás sea lo
mejor. Quizás sea lo más sano. Vivir con lo que uno es tiene su precio, así
como vivir de apariencias conlleva un costo.
-¿Alto?
-Alto, pero siempre es más
alto el costo que nos cobra la mentira. ¿No cree usted?
-¿Por qué me dice todo
esto hoy?
-Primero porque quizás
decida no volver y después porque detrás de su analista hay una mujer. Le
propongo que tengamos un encuentro dentro de dos meses. Es un tiempo prudencial
para que usted cambie de piel.
-Voy a volver.
-Acá la espero.
Alito
20 de marzo de 2015
Musica
Todos podemos contar lo importante que es la música en nuestras vidas. Todos podemos hacer la banda de sonido
de nuestras vidas. Muchos decimos que vivimos por y para la música. La realidad es
que solo algunos llevan ese pensamiento al extremo.
Antonio Salieri se crió musicalmente en Venecia. Su talento lo llevó a la corte austríaca, donde se convirtió en un compositor célebre. Daba clase a cortesanos y era un compositor respetado. Aunque virtuoso, todos sus logros eran producto de la tenacidad y la perseverancia. Tal vez por eso, toda su vida convulsiona ante la aparición de un genio.
Wolfang Amadeus Mozart fue un niño prodigio. Su sensibilidad musical era evidente, incluso en sus primeros años. Si bien su metodología de trabajo no era la más ordenada, la forma en la que comprendía la música era completamente distinta a la de todos los demás. Su sensibilidad era innegable y sabía como transmitirla a su audiencia.
Mozart es llevado a la corte vienesa, donde rápidamente se convierte en una estrella. Goza de los beneficios de ser el preferido y sus obras son aclamadas. En esa época, conoce y entra en relación con Salieri. Éste,
Mozart disfruta de la compañía de Salieri. Lo ve como un colega, como un amigo, quizás. La confianza era tal, que Salieri se convirtió en el profesor de música
de los hijos de Mozart. Está claro que el sentimiento no era mutuo.
Salieri mantenía una relación
amor-odio con su colega. Admiraba su talento pero, a la vez, se sentía opacado por él. El ego
herido es más de lo que Salieri puede soportar.
Es en este punto donde la historia se torna
confusa. Las versiones se cruzan. Salieri se deja cegar por sus celos y la
historia toma otro matiz. La relación se torna
enfermiza y cada vez se vuelven más unidos.
Aprovechando los problemas económicos de
Mozart, Salieri lo rescata. Lo admira tanto como lo odia. Lo odia tanto que no
puede separarse de él. No puede negar que la copia es la
mayor muestra de admiración. La escena es grotesca.
En la cumbre de su carrera, Mozart muere. Muchos años después, en medio de delirios provocados por la enfermedad, Salieri confieza haberlo envenenado. Nunca sabremos si eso realmente ocurrió. Mientras tanto, otra joven promesa impresionaba con su talento musical: Ludwig van Beethoven. Curiosamente, este compositor era alumno de Antonio Salieri.
M.
17 de marzo de 2015
Efectos colaterales
Así como todo lo que uno lee no
es literatura, aunque sea publicado en formato de libro, no todo lo que suena
es música. Me niego a creer que eso que mi vecino compartió el domingo con todo
el vecindario, desde las once de la mañana hasta las ocho de la noche lo sea.
La verdad que no me ocupa lo que
cada uno consuma, de hecho no pongo en discusión el gusto que cada uno tenga.
Lo que sí me molesta es la falta de respeto, de consideración. Es preciso que
el barrio entero escuche frases como “…el que no hace palmas es un culo roto”.
Es que era un álbum en vivo. Lo mismo me hubiera parecido si escuchaba a la
Sinfónica de Londres.
Qué importa si quería dormir,
estudiar, o simplemente poder escuchar claramente un cd o mirar una película.
Es como el muchacho que va en el transporte público escuchando su lista de
reproducción sin auriculares.
Estás cosas son las que me ponen
creativo y pienso en una continuación de Relatos Salvajes, donde todo termina
en sangre y una gran explosión como en la historia de Leonardo Sbaraglia o
Ricardo Darín. Sacan mi lado B.
Comprendo que se quieran
divertir, relajar, pasarla bien pero… ¿Es preciso hacerlo a todo volumen? Sé
que la música es liberadora pero logran que me encierre en mi habitación.
Después pienso que debería comprarme un parlante y poner música al mango cuando
ellos no escuchan nada, pero seguramente van a disfrutarla…Juro que no quiero
caer en tildarlos de negro de mierda, pero trabajan duramente domingo tras
domingo para eso.
Alito
16 de marzo de 2015
Musa
A veces me pasa que me siento acompañado, por ella, por ella y nadie mas.
Hace unos años emprendí el viaje de mi vida, decidí dejar todo, y a todos, irme del mundo y me reconocí como un viajero.
Tengo treinta años y un pasado sin incidentes, si creen que un par de locos llorando en una ventana es un incidente es que no están tomando bien la medicación, por ello decidí que ya no necesitaba mucho mas.
Unas mudas de ropa, un bolso resistente y un par de billetes... el resto lo conseguiría con voluntad y perspicacia.
Tome todas mis cosas y las vendí por unas monedas, libros y videojuegos, electrodomésticos y memorias... todo se fue.
Al momento de partir me di cuenta que ella venia conmigo, quizás como una amante en un baúl o un parásito debajo de una capa de piel, ahí estaba ella.
Ella ha estado ahí desde que tengo uso de razón, es una constante en mi vida y creo que en la de todos. No voy hablar de ella como un algo o un alguien, sino como una existencia sin definición.
Como sabia que me acompañaba no me preocupe, como sabia que me seguiría sin importar lo que decidiera me relaje.
Pasaron dos años y nunca me arrepentí de nada, ni de traerla conmigo.
Hoy ella es mi mejor versión, la que me completa, la que me lleva sin querer (o queriendo) a los lugares mas oscuros y a los momentos mas luminosos.
Es ella y, lo decía Andrea Bocelli, yo solo vivo por ella.
Ella es el final de cada uno de mis principios.
Tin
Hace unos años emprendí el viaje de mi vida, decidí dejar todo, y a todos, irme del mundo y me reconocí como un viajero.
Tengo treinta años y un pasado sin incidentes, si creen que un par de locos llorando en una ventana es un incidente es que no están tomando bien la medicación, por ello decidí que ya no necesitaba mucho mas.
Unas mudas de ropa, un bolso resistente y un par de billetes... el resto lo conseguiría con voluntad y perspicacia.
Tome todas mis cosas y las vendí por unas monedas, libros y videojuegos, electrodomésticos y memorias... todo se fue.
Al momento de partir me di cuenta que ella venia conmigo, quizás como una amante en un baúl o un parásito debajo de una capa de piel, ahí estaba ella.
Ella ha estado ahí desde que tengo uso de razón, es una constante en mi vida y creo que en la de todos. No voy hablar de ella como un algo o un alguien, sino como una existencia sin definición.
Como sabia que me acompañaba no me preocupe, como sabia que me seguiría sin importar lo que decidiera me relaje.
Pasaron dos años y nunca me arrepentí de nada, ni de traerla conmigo.
Hoy ella es mi mejor versión, la que me completa, la que me lleva sin querer (o queriendo) a los lugares mas oscuros y a los momentos mas luminosos.
Es ella y, lo decía Andrea Bocelli, yo solo vivo por ella.
Ella es el final de cada uno de mis principios.
Tin
13 de marzo de 2015
Mentira
La
mentira es un recurso altamente denostado, pero que utilizamos a diario. La
pregunta es ¿Qué entendemos por mentira? Decir una mentira es tergiversar la
verdad. Entonces, ¿Omitir ciertas partes es mentir? Poner cara de que me
interesa el tema de conversación, ¿cataloga como mentira?.
Si repetimos una mentira tantas veces que llegamos a creerla, ¿pasa a
ser verdad? Alguna vez escuché decir a Paul McCartney que algunas anécdotas
sobre los Beatles eran mentira, pero que las había escuchado tantas veces que
lograba figurarlas. Entonces, ¿la mentira se transforma en verdad? Sí no hay
una verdad objetiva y hay tantas verdades como puntos de vista, lo que es
mentira para uno, ¿lo es también para lo demás? ¿Hay tantas mentiras cómo puntos de vista?
Si no decir la verdad es caer en una falacia, hablar sin conocer la
verdad también podría serlo. Prejuzgar, es el acto de emitir juicio antes de
conocer los hechos. Por ende, esa información no fue contrastada con la
realidad, por ende, es falso. Estereotipar es un razonamiento inductivo, lo
cual no puede garantizar la veracidad de la conclusión.
Entonces, basicamente, todos mentímos. Mentimos porque está en nuestra
naturaleza hacerlo, mentimos porque nuestro cerebro busca amoldarse a aquello
que le es familiar para acortar camino. Entonces, hace que comprendamos las
situaciones de una manera que le resulte favorable procesarla. Así es como nos mentímos a nosotros mismos.
M.
M.
12 de marzo de 2015
LOS 5 TIPS DE ESTE VERANO PARA MENTIR SIN QUE SE NOTE
Este verano se viene con todo! Si lograste zafar de tu novio/a y te pudiste ir de vacaciones con tus amiga/os, te damos todos los secretitos para que puedas engañarlo/a con ese chico/a hermoso/a que conociste en la playa!
- Paso 1: Lo primero que tenes que hacer es creértela. Si vos crees que es cierto, los demás también lo van a creer. A partir de ahora, sos una persona sin compromiso alguno.
- Paso 2: Primero tenes que tantear un poco a tu víctima, no vaya a ser cosa que tenga un conocido de un conocido, que conozca a la pareja… Ojo con el Facebook! Puede ser un enemigo letal.
- Paso 3: No uses muchas palabras al divino botón. No seas antipático/a, pero tampoco parezcas un desesperado/a, tranqui…
- Paso 4: Si podes conseguir un cómplice, ¡¡mucho mejor!! Para eso tenes que contar con un par de amigo/as, que corroboren tu soltería.
- Paso 5: A la vuelta, ojo con el contacto a través de redes sociales, lo que pasa en el verano, queda en el verano. Vos tenes una vida armada, no te enamores!!
Amigo/a, si cumplís todos estos
pasos al pie de la letra, vas a pasar un verano increíble!
¡Animate! ¡¡A mentir se ha dicho!!
11 de marzo de 2015
MENTIRAS
Desde que tengo uso de razón todos te enseñan a no mentir. Es
una gran contradicción ya que mis padres, los principales interesados en que tu
vida sea una constante fuente de la verdad, comienzan a mentirte desde que
estas en el vientre. Cosas como, sos la criaturita más hermosa que vi en mi
vida, siempre te voy a cuidar, el ratón Pérez, papá Noel y los reyes magos son
las mentiras que ellos mismos nos decían constantemente para mantenernos
tranquilos.
Por mi parte, aprendí que no hay mentiras grandes o chicas,
blancas o negras. Las mentiras son eso, mentiras y punto. Les agarre el gusto a
mi tierna edad de seis años, cuando aprendí que con una cara triste y un par de
lágrimas podía obtener eso que tanto quería. Con el tiempo fui perfeccionando
la técnica hasta el nivel “dominación de las masas”. Todo el mundo puede caer
en una buena mentira, eso lo sabe todo el mundo pero, aun así, siguen siendo víctimas.
A medida que pasaron los años las personas comenzaron a
formar ciertas ideas de mí. Me ven como el ejemplo de hombre que vale la pena
presentar en casa, siempre cortes y alegre, dispuesto a servir al prójimo con
tal de obtener una sonrisa a cambio, pero la verdad es que no es así. Soy todo
lo contrario. Arrogante, descarado, un poco inseguro, acido, malhumorado,
hiriente si me lo propongo, en pocas palabras y para resumir… una cucharada de
vomito, pero ojo, siempre del mejor que hay en el mercado.
Pero bueno, la mentira está mal vista, siempre dicen que es
mala, pero no sé hasta qué punto. Soy yo el malo por dejar que los demás crean
algo con lo que se sientan seguros? Yo no lo creo y por suerte jamás les creí a
mis padres.
RICHARD
RICHARD
10 de marzo de 2015
Dos caras de una misma moneda.
Verdades y mentiras. Propias y ajenas. Grandes y
chiquitas. Ambas cosas, la verdad y la mentira, si te descuidas son capaces de
provocar el mismo efecto. Dependiendo de la manera de decirlas. Una verdad
dicha de una manera grotesca puede lastimar como cuando una mentira queda
expuesta. Igualmente en mi caso prefiero la verdad, dura, cruel, sin reveses.
Si tiene que doler, que duela. De una sola vez, que al atravesar el dolor esa
verdad ya no dolerá tanto. En cambio una mentira por muy inocente que parezca siempre
deja marcas, siempre deja abierta la duda una vez descubierta.
La mentira es un clásico en muchos momentos de la
vida. Es más, crecemos rodeados de mentiras blancas o inocente aparentemente.
Los Reyes Magos, Papá Noel, el Ratón Pérez, los finales felices de los cuentos
de Disney. Ay Disney si volvieras a vivir te desearía la muerte!
Así vamos creciendo y encontrando mentiras a diestra
y siniestra. Vendedores que nos aseguran que la ropa nos queda pintada, con tal
de vender. Quemadores de grasa que nos harán ver las abdominales que solo
volviendo a nacer vamos a lucir. Amantes que nos bajan en cielo para tenernos
por un rato.
Pero de todas las mentiras, la peor es la que nos
decimos a nosotros mismos. Cuando conociendo la verdad, nos repetimos una
mentira. Sabemos de ante mano que ese pantalón que esta temporada no nos entró,
lamentablemente ya no nos va a entrar. Pero así y todo lo guardamos porque el
año que viene vamos a estar más flacos. Y ese flaco que nos trae como en el
aire, no va a cambiar por nosotros. Y sabemos de ante mano, que nuestro amante
maravilloso no va dejar a su pareja, sabemos que el “nos llevamos mal pero
seguimos juntos” es un verso más viejo que el mundo. Pero muchas veces
preferimos una mentira que nos haga feliz aunque más no sea por unos segundos.
“Verdades y mentiras. Verdad es la que te dice la
báscula. Verdad es lo que dice Dios de ti.”
Alito
9 de marzo de 2015
Neblina Verbal
Podía decir lo que sea, podría sentir lo que fuera... él era la maquina perfecta, podía creer dos o tres veces cualquier cosa antes de decirla.
Así nació, así se crió, así se lo hicieron creer.
Fue fuente de muchas cosas, pero nunca de la verdad, nunca de la manera fácil.
Todo en este mundo tiene un por qué, él simplemente lo inventa y puede hacer que cualquiera lo crea.
La verdad es un velo, la mentira es lo que nos rodea y gracias a ello siempre pudo manipular la realidad.
El amo de las mentiras, y no por ser un mentiroso sino por creer en ellas y hacerlas verdad.
A veces una mirada, a veces una coincidencia.
Una mentira que sea verdad y muchas verdades que ya no lo sean.
A menudo me he topado con él, o soy yo, o somos ambos, o no es ninguno.
Mientras tanto todos lo aman, o le mienten, sin saber que le dicen la verdad... la verdad es que es una mentira, la mentira es que no es verdad. Nunca se lo cruzaron? Sonríe, encanta, y cuando eso pasa todas las mentiras son verdad. Dicen que tiene patas cortas, dicen de él lo peor, dicen de él lo mejor, dicen y se desdicen en sus propias pisadas. Suele ser cruel, suele ser sutil, suele ser un infeliz, pero uno lo quiere por crear la verdad, por moldear una mentira que se hace la mejor de las verdades. Lo miro a diario, o él me ve... y nos sonreímos en silencio. Es mentira. Tin.
Mientras tanto todos lo aman, o le mienten, sin saber que le dicen la verdad... la verdad es que es una mentira, la mentira es que no es verdad. Nunca se lo cruzaron? Sonríe, encanta, y cuando eso pasa todas las mentiras son verdad. Dicen que tiene patas cortas, dicen de él lo peor, dicen de él lo mejor, dicen y se desdicen en sus propias pisadas. Suele ser cruel, suele ser sutil, suele ser un infeliz, pero uno lo quiere por crear la verdad, por moldear una mentira que se hace la mejor de las verdades. Lo miro a diario, o él me ve... y nos sonreímos en silencio. Es mentira. Tin.
5 de marzo de 2015
CITA CONMIGO
Cumplí 35 años. Y creo que me estoy
encontrando a mi misma por primera vez en la vida. Calculo que la madurez de la
edad, o ya estar un poco de vuelta de muchas cosas, hacen que todo lo que me
preocupó durante mucho tiempo, ahora sea solo algo más a resolver, sin mucho
preámbulo.
Ustedes se preguntarán que tiene que
ver mi edad y mi adultez tardía con el tema de esta semana, no??
Es que yo estoy teniendo una cita a
ciegas conmigo misma. Y voy sin miedo, que es lo opuesto a los que nos pasa a
todos en una cita a ciegas común y corriente.
Y digo cita a ciegas, porque voy sin
conocerme y sin saber mucho si voy a gustarme o no, pero tranquilita… con
paciencia. Dispuesta a modificar todo lo que no resulte como espero.
Eso no puede hacerse con alguien a
quien uno ve por vez primera, pero si la cosa llega a buen puerto, puede que
ambos protagonistas modifiquen alguna conducta solo para adaptarse al otro.
Eso es más o menos lo que voy a
hacer conmigo: modificar conductas para adaptarme, conocerme poco a poco y ver
si me gusto cada vez más.
Claro, que en este caso, no puedo
dejarme y tener otra cita a ciegas. Así que digamos que sería un encuentro para
toda la vida, pero con cambios permanentes.
Permiso, me voy a comprar unas flores así me conquisto de entrada...
Pau
Pau
4 de marzo de 2015
CITAS A CIEGAS
No sé quien inventó semejante cosa. No entiendo cual es el
sentido de hacerlo, porque seamos sinceros, a nadie le gusta una indeseable
sorpresa.
La cita a ciega siempre está cargada de expectativas que se
terminan yendo por el caño y al final quedas empapad@ de desilusión.
Un hombre y una mujer siempre tienen el mismo deseo. Tetas. El
quiere que ella las tenga grandes y ella ansia desesperadamente que él no las
tenga. Se encuentran y listo, la desilusión corre hacia vos como una madre
desesperada por abrazar a su hijo después de tiempo sin verlo. En ciertas ocasiones
todo es genial a simple vista y cuando comienzan a hablar te das cuenta que
todo va a terminar pronto, ya que dice la pregunta que te quita todo deseo de
continuar. “¿de qué signo sos?” en ese momento mi rostro se desfigura y se
transforma en una mueca de asco mezclada con horror, asco por haber accedido a
esa salida y horror por la pregunta que estoy escuchando. No entiendo cual es
la fijación de las personas por hacer esa pregunta en una cita, o sea eso
contribuye más a la cita? Realmente aporta algo? Yo no lo creo. Usualmente mi
respuesta es clara y concisa. “Ok gracias por venir. Chau”
Odio las citas a ciegas, es como un chiste de mal gusto. Uno
puede conocer cada espécimen en una de esas y al tiempo te sorprendes de
haberlo hecho y transformas ese momento de sudor frio e incomodidad en una
linda y cómica historia para contarla en reuniones de amigos.
Creo que debe de haber una reglamentación para esto. Una persona
que regule la situación y te diga si puede continuar o huya corriendo por su
vida, es un pelotud@. Porque cuando te encontras con esa persona te das cuenta
que no tiene 28 años, que su descripción no se ajusta a la realidad (su cuerpo
de gym no lo es, a menos que sea la foto del antes de una publicidad)
Estas citas solo están hechas para estafarte una y otra vez,
porque por más que sabemos que ahí puede haber un pelotudo con el carnet al día,
asistimos para ver si nos equivocamos y nos llevamos una grata sorpresa.
Richard
3 de marzo de 2015
Chotadas, si las hay.
“Choto, todos saben que sos choto”
decía el estribillo de la cortina musical de la comedia Ciega a citas. Y sí,
las citas a ciegas son una chotada, definitivamente. Claro que esta apuesta a
lo desconocido puede salir bien.
Mi madre dice que citas a ciegas
eran las de antes, dónde realmente no conocías a la otra persona, ahora con las
redes sociales antes de vernos cara a cara ya podemos conocer hasta cuantas
caries tiene y cuales son sus atributos. Antes llegabas a la cita y te desayunabas
con lo que había y te ibas conociendo a medida
que pasen las horas. Es cierto, a ciegas a ciegas, solo una vez me ocurrió. Eso
de ir con el corazón a mil porque no tenía ni la más puta idea de lo que iba a
encontrar. Y fue maravilloso.
Otras citas ya no fueron a ciegas,
fueron manejando un poco de información sobre la persona en cuestión. Pero ya
se sabe que uno no puede confiarse en la información que nos encontramos en los
perfiles, nadie coloca algo que lo perjudique, siempre ponemos lo que nos deje
mejor posicionados. En las fotos no aparecen esos pequeños “peros” que frente a
frente se irán encontrando.
Claro que no todo es lo físico,
puede ser que de una no sea lo que imaginaste. Pero al abrirse una puerta lo
primero que haga sea sonreírte y romper el hielo con un beso que te deje sin
aliento. Y comprarte en ese momento todos los boletos a la felicidad. Que
placer, una vez en la vida hay que vivir en primera persona ese tipo de
historias. Ojo, una vez. Tampoco hay que creerse que la vida es un culebrón
mexicano.
Pero así y todo, aunque las citas
a ciegas sean una chotada, que puede salir bien ya lo aclaré, uno no deja de
ponerse nervioso, de elegir cuidadosamente la ropa para que parezca que lucimos
casual. Por favor, a mi no me engañan. Nadie va a una cita a ciegas vestido así
nomás. Estrategas todos.
De eso se trata la vida de apostar, después de todo la
vida es una timba.
Alito.
Mirando la gente se entiende
Cuando uno no mira y no tiene idea de como hacerlo sucede lo irremediable.
Hace unas semanas conocí a Gaston, un tipo de treintitantos, con dos gatos y una vida de militancia... militaba a favor de las hamburguesas.
Y les digo que ese era el menor de sus fanatismos.
Nos conocimos a traves de una red y le propuse, esto me pasa por querer innovar, que nos conocieramos sin demasiadas preguntas previas. Me emociona mirar a la gente y descubrir que los apasiona, y cuando me emociono no sale nada bien.
Gaston era alto, por contraste sin duda, de ojos azules profundos y con medio mundo recorrido.
-¿tenes un tatuaje en la pierna?-
-si, así y todo te estás quedando.-
-confieso que un pokemon no es demasiado sensual-
-no tenes idea de lo sexy que es para un fanático-
-si, pero a mi me va el doble cuarto con queso y no me tatuo el combo de fritas agrandado-
-sería irresistible no querer morder-
-¿siempre sos así?-
-no, a veces soy mas lindo-
-no te gusta que te eclipsen no?
-no hay merito en hacerme sombra, mas que nada porque sentado ya lo haces-
-disfrutas de ser pequeño-
-tanto más que vos una rodaja de queso-
-esto no es una cita ideal que digamos-
-eso lo puede ver cualquiera-
-lo que me sorprende es que no te moleste-
-es que todavía no te fuiste-
-tenes una idea rara de una cita-
-vos tenes una idea común de lo que representa salir con alguien-
-me das un beso-
-si, pero si adivinas que parte de esta charla tiene sentido-
-sos complicado-
-si, por eso esto es a ciegas-
-ya entiendo, me confundis para que me relaje-
-no, te confundo porque me resulta difícil entenderte-
-soy un pibe común-
-si, pero si eso fuera verdad no juzgarias mi tatuaje-
-me agarraste-
-eso merece un beso-
-estás loco-
-y te encanta-
....
-¿salimos mañana?-
-si, salimos mañana-
Nunca le contesté los mensajes, me odió profundamente.
Ahora está de novio con un conocido.
Ser ciego es un riesgo y más en una cita.
¿Nos vemos mañana?
Tin.
Hace unas semanas conocí a Gaston, un tipo de treintitantos, con dos gatos y una vida de militancia... militaba a favor de las hamburguesas.
Y les digo que ese era el menor de sus fanatismos.
Nos conocimos a traves de una red y le propuse, esto me pasa por querer innovar, que nos conocieramos sin demasiadas preguntas previas. Me emociona mirar a la gente y descubrir que los apasiona, y cuando me emociono no sale nada bien.
Gaston era alto, por contraste sin duda, de ojos azules profundos y con medio mundo recorrido.
-¿tenes un tatuaje en la pierna?-
-si, así y todo te estás quedando.-
-confieso que un pokemon no es demasiado sensual-
-no tenes idea de lo sexy que es para un fanático-
-si, pero a mi me va el doble cuarto con queso y no me tatuo el combo de fritas agrandado-
-sería irresistible no querer morder-
-¿siempre sos así?-
-no, a veces soy mas lindo-
-no te gusta que te eclipsen no?
-no hay merito en hacerme sombra, mas que nada porque sentado ya lo haces-
-disfrutas de ser pequeño-
-tanto más que vos una rodaja de queso-
-esto no es una cita ideal que digamos-
-eso lo puede ver cualquiera-
-lo que me sorprende es que no te moleste-
-es que todavía no te fuiste-
-tenes una idea rara de una cita-
-vos tenes una idea común de lo que representa salir con alguien-
-me das un beso-
-si, pero si adivinas que parte de esta charla tiene sentido-
-sos complicado-
-si, por eso esto es a ciegas-
-ya entiendo, me confundis para que me relaje-
-no, te confundo porque me resulta difícil entenderte-
-soy un pibe común-
-si, pero si eso fuera verdad no juzgarias mi tatuaje-
-me agarraste-
-eso merece un beso-
-estás loco-
-y te encanta-
....
-¿salimos mañana?-
-si, salimos mañana-
Nunca le contesté los mensajes, me odió profundamente.
Ahora está de novio con un conocido.
Ser ciego es un riesgo y más en una cita.
¿Nos vemos mañana?
Tin.
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